Cuando nos encontramos y nuestras almas se reconocieron, nuestros corazones se tocaron, era tan indescriptiblemente bello, que sentí llegar a casa, y nunca mas deseaba estar sin ti.
Era tan cálido y luminoso, que cerraba los ojos y me dormía en tus brazos.
Cuando desperté temblando y confusa ya no te veía, y ciega de las lagrimas que caían, fui en tu búsqueda. Te buscaba en el sol, en la calidez que había sentido en tus brazos. Te buscaba en las estrellas, cuya luz destellaba en tus ojos. Te buscaba en el día, cuyos colores nos rodeaban luminosamente. Te buscaba en la noche, que acariciaba mi alma con su oscuridad de terciopelo. Te he buscado en los ojos de extraños, en contacto con mis seres queridos. Te buscaba en mis sueños, que se me escapaban como la bruma. Te buscaba en historias sobre amor infinito y en poesías de belleza dolorosa.
Tanto te busqué que mis pies ya no me sostenían y el valor me abandonaba al no existir ya ningún camino que no hubiese transitado.
Así por fin volví a casa, de vuelta a mi misma, de vuelta a mi corazón.
Fue allí donde te hallé, nunca te habías ido, estabas todo el tiempo detrás mía, tus brazos rodeándome, corazón con corazón, alma con alma.
Solo en ese instante comprendí que el camino hacia ti solo y única y exclusivamente es a través de mi misma y a través de mi propio corazón.
Eternamente te amo!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario